POR MARTA VILLALBA. MADRID.
La difusión en la red del vídeo con el ahorcamiento completo de Sadam Husein ha vuelto a poner sobre el tapete la idea de internet como el único medio que, hoy, llega a las masas como una mancha de aceite se expande sobre el agua.
En este inmenso, infinito «ciberespacio», cabe todo. Se muestra como el canal alternativo para anunciar, propagar o publicar lo que en otros medios sería muy arriesgado o directamente imposible.
Con la ayuda de un teléfono móvil con cámara, ahora cualquiera puede convertirse en testigo de la noticia. Es lo que se denomina «Periodismo ciudadano». Aún son recordadas las instantáneas capturadas por ciudadanos anónimos en los atentados de Londres del 7-J -en julio de 2005- y el contraste con las ofrecidas por los medios tradicionales, con un recato y un puritanismo muy británicos.
Escaparate del horror
Pero en el caso de Sadam no se trata de «Periodismo ciudadano», sino que más parece una forma de ahondar en la humillación. La guerra de Irak ha dejado muchas imágenes anónimas de ciudadanos heridos, trizados por los coches bomba, asesinados de un tiro en la nuca sobre cualquier acera. Los propios soldados estadounidenses y británicos han grabado con sus móviles imágenes que han puesto al Pentágono los pelos de punta.
También Al Qaida ha hecho su agosto utilizando la red para difundir las macabras «ejecuciones» de rehenes occidentales secuestrados y degollados por los terroristas de Abu Musab al-Zarqaui. Internet ha mostrado al mundo las torturas de los carceleros norteamericanos a los presos del tristemente famoso presidio de Abu Ghraib.
Internet es, pues, un medio maduro. Tras la revolución de los «blog» y los «podcast» estamos inmersos en la «era del vídeo» (compartido, claro). Y si no que se lo digan al portal de vídeos más popular, Youtube, que Google compró por 1.650 millones de dólares. Está de moda compartir vídeos a través de internet, y a la vera de YouTube han proliferado otros sitios similares. Hasta Google ha lanzado un portal específico en español para ellos. Dalealplay es otro ejemplo para el mercado español.
Los vídeos son una poderosa herramienta de marketing. El ejemplo más claro es el pegadizo «Amo a Laura» de la MTV. La agencia creadora de este vídeo, que se extendió como la pólvora por internet, también es la autora del polémico anuncio de la campaña Levántate contra la Pobreza de la ONU, en el que tres individuos entran de noche en el Congreso y le roban el escaño a Zapatero. El éxito de algunos contenidos colgados en internet es tal que la banda británica Arctic Monkeys, o El Koala con su versión «Opá, yo viazé un corrá», pasaron del más absoluto anonimato al estrellato por colgar sus canciones en internet.
Es el tiempo de los «videoblog» («vblog»). Un sitio, en inglés, para crearlos es www.freevlog.org. Como en otros tipos de «blog» hay «post» (comentarios) pero en este caso son imágenes grabadas. Conocido en español es www.mobuzztv.es.
Productores de información
El ecosistema digital está hoy más que nunca enfocado a la imagen. Los lectores de información son a la vez productores. Y la interactividad sobrevuela por encima de todo.
Las razones económicas e ideológicas, incluida la sinrazón del terrorismo internacional, suelen estar detrás de esta «videoteca global» de lo escabroso que también muestra internet.
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