sábado, enero 19, 2008

Rodrigo Rato sobre la defenestración de Ruiz Gallardón: “Me ha dejado frío...”

Rodrigo Rato sobre la defenestración de Ruiz Gallardón: "Me ha dejado frío..."

Ayer a mediodía no se hablaba de otra cosa en un Teatro Real de Madrid de bote en bote y en el que no cabía una aguja. Su Majestad el Rey Don Juan Carlos presidía el acto de entrega de los 'Premios José Entrecanales Ibarra', otorgados por la Fundación del mismo nombre, ya saben, el ilustre catedrático de la Escuela de Caminos que más ingenieros de la cosa ha fabricado en la historia de España, abuelo que fue de José Manuel Entrecanales Domecq, empresario de éxito hoy como presidente de Acciona y, a la vez, de Endesa.

Pero el tema de todas las conversaciones, el imán que concitaba todas las miradas en los cientos de corrillos que en el Teatro Real se hicieron no era otro que lo ocurrido la tarde anterior en la sede del PP, calle Génova, con la defenestración de Alberto Ruiz Gallardón. "Por un momento nos dimos cuenta de que podíamos ganar y no hemos podido soportarlo...", comentaba una señora de espléndido porte a la hora de la copa, obviamente votante del PP. Una palabra definía casi todas las opiniones: "Estupefacción".

Estupefacción unida a esa cierta sensación de que al partido de la derecha, como si de una maldición se tratara, no le ha durado la euforia ni 24 horas. Poco dura la alegría en casa del pobre. "Incomprensible", asentía uno de los empresarios presentes, "porque estalla la bomba Pizarro, le sale bien, tan bien que consigue poner de los nervios al PSOE, y en menos de 24 horas el propio Mariano se encarga de dinamitar ese éxito, pero hombre, por lo menos podía haber esperado usted unos días para anunciar la muerte de Ruiz Gallardón..."

"Un asesinato al atardecer y, como tantos otros asesinatos, innecesario", opinaba un ex político entrado en años de la extinta UCD, "porque la inclusión de Pizarro como número dos de la lista por Madrid suponía ya la presencia de un stopper más que cualificado para sofocar las eventuales travesuras de Gallardón en caso de derrota electoral de Rajoy". En el Real estaba también la teórica responsable del asesinato, Esperanza Aguirre, presidente de la Comunidad de Madrid, que compartió mesa presidencial con la ministra Mercedes Cabrera, Don Juan Carlos y los dos hijos de Entrecanales Ibarra, Juan y José María, con lección magistral de Leopoldo Calvo Sotelo. Por cierto que el Rey hizo un discreto aparte para cuchichear algo al oído de Esperanza, escena seguida con la natural expectación por cientos de ojos.

Entre el revoltijo de empresarios y periodistas de toda laya y condición andaba también Rodrigo Rato, flamante fichaje del Banco Santander, quien definió la guerra fratricida librada en Génova la tarde anterior con esta lapidaria frase: "Me ha dejado frío..." La verdad es que el ex del FMI lleva muchos meses congelado con Mariano Rajoy, tan frías son las relaciones, tan distantes, que a lo largo del martes realizó varios intentos de contactar telefónicamente con el líder del PP para felicitarle por el fichaje de Pizarro, pero cuando por la noche explotó la bomba Gallardón ya no supo si hacerlo para felicitarle o para darle el pésame, por lo que decidió dejarlo correr.

Un conocido empresario madrileño presente en el acto confesaba ayer ante un grupito de amigos haber llamado a Ruiz Gallardón para ofrecerle lo que sin duda podría ser calificado de misión imposible: "Le he dicho que si quiere reúno a una serie de amigos y vamos a ver a Mariano para decirle que esto no puede ser, que vamos a perder las elecciones, coño..."

-Y, ¿qué te ha respondido Alberto? –quiso saber uno de los presentes.

-Que no, que lo deje y no haga nada.

Ciertamente, Mariano Rajoy debería hacérselo mirar, porque gran parte de las opiniones vertidas ayer a lo largo y ancho del Teatro Real fueron muy críticas con su decisión de cerrar el paso a Ruiz Gallardón, y no precisamente porque la gente que ocupaba el espléndido recinto no lo fuera a su vez con Gallardón y su casi infinita capacidad para enredar, sino porque el líder del PP ha tenido tiempo suficiente para haberle llamado al orden cuando debió hacerlo, a su debido tiempo, "desde luego a la vuelta del verano, cuando en septiembre volvió con la misma canción de que él quería ayudar, oye Alberto, se le dice tajante, quiero que te olvides de una vez por todas de esa historia, porque ese tema no está en la agenda y seré yo quien adopte la decisión oportuna en el momento adecuado". ¿Falta de liderazgo o galaica procrastinación?

1 comentario:

Jesús dijo...

Nada, no se oye nada. Sólo un silencio traidor y frío en la niebla del PP entre la que deambula, camino del destierro, polvo, sudor y hierro, el Cid Gallardón. Pero, vamos a ser serios, ¿dónde están las obras completas de Rajoy, en el PP o a su paso por cinco ministerios, donde no dio un palo al agua? ¿Acaso no llegó a la presidencia del PP por el dedazo de Aznar? Pero qué rostro tiene el de Pontevedra y ¿cómo se atreve a negarle el pan y la sal de la mítica Samarkanda al alcalde Gallardón, ganador de múltiples batallas, para la gloria del PP? Pero si Rajoy lo único que ganó y por los pelos fueron las municipales, gracias a Gallardón.

Vamos a ver, ¿no hay ningún dirigente autonómico o de provincias del PP que dé un paso al frente en defensa de Gallardón? Estamos a la espera, y si nadie responde, que luego nadie se extrañe si, tras las elecciones, Gallardón se pasa del Cid al Tenorio y dice aquello de:

“Llamé al cielo y no me oyó, y pues sus puertas me cierra, de mi salida del PP responda Aguirre y no yo”.
http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=19/01/2008&name=marcello