viernes, julio 16, 2010

Enseñanza....


 

    Siendo veterinario, fui llamado para examinar a un sabueso irlandés de 10 años de edad llamado Belker. Los dueños del perro, Ron, su esposa Lisa y su hijo de seis años, Shane, estaban muy apegados a Belker, y estaban esperando un milagro.

    Examine a Belker y descubrí que estaba muriendo de cáncer. Le dije a la familia que no podíamos hacer ya nada por él y me ofrecí para llevar cabo el procedimiento de eutanasia allí mismo.

    Hicimos los arreglos necesarios. Ron y Lisa dijeron que sería buena idea que Shane observara el suceso, pensando que el niño, pese a sus seis años, podría aprender algo de la experiencia.

    Al día siguiente, sentí un nudo en mi garganta cuando Belker fue rodeado por la familia. Shane estaba tranquilo, acariciaba al perro por última vez, y yo me preguntaba si comprendería realmente lo que estaba pasando. En unos cuantos minutos, Belker se quedó dormido pacíficamente para ya no despertar.

     

    El niño pareció aceptar la transición de Belker sin ninguna dificultad o confusión. Nos sentamos todos por un momento preguntándonos el porqué del lamentable hecho de que la vida de las mascotas sea más corta que la de los seres humanos.

    Shane, que había estado escuchando atentamente, dijo:

     

    -         Yo sé por qué.

    Sorprendidos, todos nos volvimos a mirarlo. Lo que dijo a continuación me maravilló, nunca he escuchado una explicación más reconfortante que ésta, hasta el punto de sentir que ese momento cambió mi forma de ver la vida. Sencillamente, dijo:

     

    -         La gente viene al mundo para poder aprender a vivir bien su vida, a amar a los demás en todo momento y ser buenas personas, ¿verdad?

    Asentimos sin que nadie llegase a articular palabra y sin saber cuál sería su conclusión…

     

    - Bueno – siguió diciendo - como los perros ya saben cómo hacer todo eso, pues no tienen que quedarse tanto tiempo como nosotros.

     

    He recordado muchas veces esta anécdota y he pensado que realmente sería bueno aprender de los perros,  pues nos ahorraría muchos sinsabores en la vida y mucha pérdida de tiempo. Por eso,

     
    • Cuando tus seres queridos lleguen a casa, corre a saludarles.

    • No desperdicies ninguna oportunidad de ir a pasear.

    • Disfruta del aire fresco en tu cara.

    • Échate la siesta.

    • Estírate antes de levantarte.

    • Corre, brinca y juega a diario.

    • Mejora tu atención y deja que la gente te toque.

    • Evita "morder" si un simple gruñido es suficiente.

    • Túmbate en la hierba, siente el sol en tu cuerpo.

    • Si hace mucho calor, bebe mucha agua y recuéstate bajo la sombra de un árbol.

    • Expresa tu alegría, baila, mueve todo tu cuerpo.

    • Deléitate en la alegría simple de una larga caminata.

    • Sé leal.

    • No pretendas ser algo que no eres.

    • Si lo que quieres está enterrado, escarba hasta que lo encuentres.

    • Cuando alguien tenga un mal día, quédate en silencio, siéntate cerca y, suavemente, hazle sentir que estás ahí.

         

    viernes, julio 02, 2010

    Duendes en el castillo hinchable